Los últimos antecedentes en torno al asesinato de Camilo Cantrillanca golpean fuertemente la conciencia nacional. Más allá del hecho legalmente punible de quienes dispararon contra Camilo, es necesario preguntarse cómo es posible que miembros de la fuerza pública nacional disparen con armamento de guerra contra personas sobre las cuales existía la mera sospecha que podrían haber estado involucrados en un robo de autos, lo cual finalmente no era cierto. En cualquiera otra parte del país esto no hubiera ocurrido ya que Carabineros normalmente en sus procedimientos no dispara en una persecución de presuntos ladrones desarmados. Es entonces evidente que el Estado Chileno y sus autoridades, ciertamente con la ayuda de algunos medios de comunicación, han creado la idea que en el territorio mapuche existe un estado de guerra y se han desplegado los medios materiales para tal circunstancia. Esta ideología y práctica es en la que se ha adoctrinado a Carabineros y sus resultados están a la vista: un joven ha caído solo por ser mapuche y vivir en sus territorios ancestrales. Esperamos que la muerte de Camilo no sólo golpee la conciencia de los chilenos, sino que el Estado y sus autoridades escuchen a la ciudadanía y tomen las decisiones y acciones adecuadas para comenzar a discutir de forma seria y responsable las demandas históricas de los pueblos indígenas en Chile.

Académicas y Académicos del Departamento de Antropologia / Universidad Alberto Hurtado

Felipe Armstrong

Verónica Baeza

Boris Santander

Javiera Bustamante

Victoria Castro

Itaci Correa

Luis Cornejo

Paulina Faba

Koenraad de Munter

Francisca Márquez

Daniel Pascual

Miguel Pérez

Carla Pinochet

Leonardo Piña

Dein Portela